Existe una relación estrecha entre dolor de cabeza y estrés. A este tipo de dolor de cabeza se lo denomina cefalea tensional, debido a que es un dolor de cabeza causado por la tensión de los músculos del cuello y los hombros que tienen fijaciones en y alrededor del cráneo.

Las personas propensas al estrés suelen padecer de estos dolores de cabeza, que tienden a ser moderados. Sin embargo, hay pacientes que tienen dolores intensos al punto de no poder desarrollar su vida con normalidad.

Los dolores de cabeza por estrés pueden derivar y tener mayores implicaciones en personas con trastornos del sueño o bruxismos, generando una retroalimentación entre el estrés y otros factores que no benefician a la relajación de la musculatura del cuello.

Hay un componente genético en este tipo de dolor de cabeza y suele afectar más a las mujeres.

¿Qué es la cefalea tensional?

La cefalea tensional es el tipo de dolor de cabeza más común entre los adultos. Se trata de un dolor constante generado por la tensión y contracción de los músculos del cuello y el cuero cabelludo.

La cefalea tensional puede darse por episodios, que duran menos de quince días al mes, o ser crónica. En este último caso son más los días en los que el paciente sufre de dolores de cabeza que lo que no. La cefalea crónica además tiene la peculiaridad de estar presente durante todo el día.

Principales síntomas

Las personas que padecen de cefalea por tensión describen el dolor como una banda apretada alrededor de la cabeza. En otros casos el dolor se puede dar como una punzada o en forma de calambre. La molestia siempre se presenta en ambos lados de la cabeza.

La duración de una cefalea tensional es indeterminada. Este malestar, si bien está causado por el estrés, se agudiza con la mala postura, el uso de luces brillantes, la fatiga ocular provocada por un tiempo prolongado una pantalla, dormir en posiciones que no son beneficiosas para el cuello, insomnio, o incluso una alimentación irregular o a deshoras.

El dolor de cabeza por estrés no suele estar asociado a las náuseas o vómitos. Es importante que, ante los primeros síntomas, estés alerta de cuál puede ser la causa, el número de horas de sueño y tu postura.

Además, no debemos confundir la cefalea con una migraña, que tiende a ser invalidante y se caracteriza por la necesidad de reposo y oscuridad. Las migrañas se caracterizan por un dolor más agudo y en una sola parte de la cabeza.

El diagnóstico se realiza a través de la evaluación médica y, en ocasiones, a través de tomografías. Los médicos se inclinan por la toma de analgésicos para descartar otro tipo de causa del dolor de cabeza.

Tratamiento del dolor de cabeza causado por estrés

La medicina ha diferenciado 100 tipos diferentes de cefaleas. Es normal que una persona adulta padezca episodios de cefalea a los que no suela dar mucha importancia e intente silenciarlos con medicamentos que están a su alcance.

La cefalea tensional es un claro ejemplo de una molestia que se puede llegar a naturalizar, porque se presenta por episodios que se suelen tratar con analgésicos de manera eventual. Sin embargo, si solo la tratamos con analgésicos, entonces no solo no estaremos trabajando sobre la fuente del dolor, sino que también se generan problemas secundarios. El abuso de la automedicación en estos casos puede llevar a dolores de cabeza por la no ingesta de analgésicos, malestar estomacal, hemorragias o úlceras.

Al ser una afección musculoesquelética, la osteopatía puede dar grandes beneficios en el alivio del malestar provocado por la cefalea tensional. La osteopatía apuesta por la inhibición de los puntos de activación para aliviar la tensión muscular acumulada.

Los masajes, además, no se ciñen en el área del cuello, sino que también se extienden a zonas como los hombros, la espalda alta y la cabeza. El trabajo sobre los tejidos y la musculatura harán que el flujo sanguíneo aumente. También notarás que el tratamiento disminuye la tensión muscular y reduce la irritación nerviosa.

Un complemento a estos tratamientos es empezar a combatir la cefalea tensional apostando por un tipo de vida más sana. El descanso en general y el reposo del área del cuello en particular durante el sueño juegan un papel fundamental en la mejora de los síntomas.

Otras formas de aliviar el dolor son colocar compresas frías en el área afectada o practicar técnicas de relajación contra el estrés como la meditación. El ejercicio regular también ayuda en estos casos, así como el uso de almohadas que favorezcan la posición neutral del cuello. Es importante dormir entre 7 y 8 horas diarias.

No existe una cura definitiva para la cefalea tensional pero un mejor manejo del estrés, un estilo de vida saludable y sesiones de masajes osteopáticos pueden ser una solución y alivio a los dolores de cabeza generados por el estrés.