La fibromialgia es una condición crónica que se presenta con dolor generalizado en el cuerpo en los músculos y huesos (dolor musculoesquelético), acompañado por fatiga general, y trastornos cognitivos y del sueño. Suele manifestarse en lo que se llaman «puntos dolorosos» en diferentes áreas del cuerpo.

Se desconoce la causa exacta de la fibromialgia, pero se cree que está relacionada con niveles anormales de ciertas sustancias químicas en el cerebro y cambios en la forma en que el sistema nervioso central (el cerebro, la médula espinal y los nervios) procesa los mensajes de dolor que se transmiten por el cuerpo.

Esta patología afecta 7 veces más a mujeres que hombres y generalmente se desarrolla entre los 30 y 50 años.

Fibromialgia: puntos dolorosos

La fibromialgia se caracteriza por manifestarse con un dolor generalizado en el cuerpo. Sin embargo, el origen de este dolor está en 18 puntos localizados en diferentes áreas del cuerpo.

Cabe destacar que el diagnóstico de la fibromialgia es complejo porque muchos de los síntomas son similares al de otras enfermedades o pasan desapercibidos. Es por eso que los puntos de dolor de esta patología son claves para diagnosticar y comprender mejor sus efectos.

El dolor en estas regiones se siente como un dolor sordo constante. El médico considerará un diagnóstico de fibromialgia si ha experimentado dolor musculoesquelético en 4 de las 5 regiones de dolor descritas en las revisiones de 2016 de los criterios de diagnóstico de fibromialgia.

Cuando el diagnóstico se realiza a través de los puntos de dolor, se tiene en cuenta el dolor y sensibilidad generalizados en al menos 11 de los 18 puntos gatillo específicos alrededor de su cuerpo. Los profesionales corroboran cuántos de estos puntos son dolorosos presionando firmemente sobre ellos.

Fibromialgia y los puntos dolorosos más comunes:

  • nuca
  • parte superior de los hombros
  • parte superior del pecho
  • caderas
  • rodillas
  • codos externos

Tratamiento de la fibromialgia y osteopatía

Al ser una enfermedad crónica y no tener una cura definitiva, el tratamiento de la fibromialgia es complejo y consta de varios campos de acción. Uno de ellos es un cambio en el estilo de vida y apostar por terapias físicas.

Si bien varios de los síntomas se pueden aliviar con analgésicos u otros medicamentos, lo cierto es que las soluciones naturales y pensadas a largo plazo son óptimas tanto por la duración como intensidad de la fibromialgia.

Los tejidos blandos predominantemente afectados son los músculos, ligamentos y tendones, a menudo a lo largo del cuello y la zona lumbar. Por eso el tratamiento osteopático suave puede aliviar los síntomas de la fibromialgia. El osteópata trabaja para reducir la tensión muscular y mejorar la movilidad articular.

Se ha demostrado que el ejercicio cardiovascular es una forma eficaz de reducir los síntomas de la fibromialgia. Se pueden incluir carreras ligeras, caminatas, trote, bicicleta y natación en un programa para promover la liberación de endorfinas y serotonina, reducir la tensión muscular y mejorar el sueño.

También se ha demostrado que la terapia cognitivo-conductual, las técnicas de relajación, el entrenamiento de fuerza, los masajes y los baños calientes son beneficiosos en el tratamiento de la fibromialgia.

Dado que la fibromialgia es una afección compleja, a menudo requiere un enfoque multidisciplinario y de atención conjunta. La osteopatía es una de las tantas soluciones que puede convivir con otros tratamientos.

Además, no hay que descartar que la fibromialgia muchas veces requiere de un cambio en el estilo de vida del paciente. Una dieta abundante en frutas y verduras, granos, productos lácteos bajos en grasa y proteínas magras, así como una reducción en el consumo de azúcar son claves para que los síntomas no empeoren y mantenerse sano.

Fibromialgia: síntomas

Además del dolor generalizado, las personas con fibromialgia también pueden padecer:

  • mayor sensibilidad al dolor
  • cansancio extremo (fatiga)
  • rigidez muscular
  • dificultad para dormir
  • problemas con los procesos mentales, como la memoria y la concentración
  • dolores de cabeza
  • síndrome del intestino irritable
  • dormir durante largos períodos de tiempo sin sentirse descansado (sueño no reparador)
  • dolores de cabeza
  • depresión
  • ansiedad
  • ojos secos

La espalda es el área más común donde se siente el dolor. Es posible que no esté claro si la culpa es de la fibromialgia u otra afección como la artritis o un tirón muscular. Por eso, otros síntomas como la falta de concentración y la fatiga pueden ayudar a identificar la fibromialgia como la causa. También es posible tener una combinación de fibromialgia y artritis. Los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento pueden ayudar a brindar apoyo a los músculos y otros tejidos blandos de la espalda.

La fibromialgia también se puede manifestar con dolor en los músculos y tejidos blandos de las piernas. El dolor en las piernas puede ser similar al dolor de un músculo desgarrado o la rigidez de la artritis. Otras veces, la fibromialgia en las piernas se siente como entumecimiento u hormigueo. La fatiga característica de la fibromialgia  a veces se presenta en las piernas, sintiéndose como si las piernas estuvieran sujetos por pesos.